martes, 31 de marzo de 2009

SEP: "Las licitaciones portuarias no son inmunes a la situación financiera internacional"


A la espera de tiempos mejores están hoy las licitaciones portuarias. El Sistema de Empresas Públicas (SEP) dice que los procesos de nuevos terminales en el país siguen su curso y dependen de la respuesta del Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (TDLC) a las consultas sobre las condiciones de participación en los procesos. Además su presidenta, Mónica Singer, reconoce a El Mercurio que las licitaciones se ven afectadas por la crisis. Agrega que el sector enfrenta un período complicado.
¿Cómo se ve el escenario para el negocio portuario para éste y el próximo año?
Los sectores naviero y portuario a nivel mundial enfrentan un momento complejo, tanto por la caída del comercio como por las inversiones realizadas hace meses que suponían tasas de crecimiento que ahora sabemos que no se darán en el corto plazo. Hay que tener presente que un deterioro en la economía mundial afecta inmediatamente el flujo comercial, disminuyendo la demanda por servicios portuarios.
¿Qué licitaciones están frenadas o no se harán el 2009?
Todas siguen su curso, pero ciertamente no son inmunes a la situación financiera internacional. Valparaíso, San Antonio y Coquimbo presentaron consultas al TDLC respecto a las reglas (...) que deben aplicar a sus licitaciones, y en el intertanto han seguido avanzando en los estudios y otras etapas del proceso (...) En cualquier caso, las licitaciones que comprometen inversiones de menor envergadura no deberían verse afectadas, en Punta Arenas, la Empresa Portuaria Austral está estudiando licitar el 2009 el área de respaldo del Terminal Mardones, multioperado y el Terminal Prat en formato mono operado.
¿Qué pasa con el interés de empresas internacionales que podrían participar y que ahora no están en condiciones de hacerlo?
Efectivamente, muchos de los operadores que hace algunos meses manifestaron su interés y disposición a participar en las licitaciones de Valparaíso y San Antonio, hoy están enfrentando problemas financieros importantes. Esperamos que eso se resuelva pronto, lo que veremos cuando se haga el llamado a ello.
¿Es viable pensar que se van a privilegiar ciertos terminales en desmedro de otros, dado este escenario?
Más que la calidad de los activos, lo que ahora está afectando la disposición a invertir es la caída en las transferencias de carga, la dificultad para acceder a financiamiento de largo plazo, y la liquidez de los operadores. Probablemente algunas inversiones en facilidades portuarias se van a posponer, pero no han cambiado los fundamentos de largo plazo de los distintos proyectos de inversión.
Una vez que pase la crisis, en caso de que no estén hechas las obras portuarias necesarias. ¿Cómo se abordará un eventual incremento de demanda?
No prevemos riesgos. Nuestra estimación es que se debe considerar entre tres y cuatro años entre que se llama a licitación y las obras se encuentran disponibles para entrar en operaciones, y esa consideración estuvo presente al sugerir a los puertos iniciar sus procesos. Tenemos suficiente holgura en la Región de Valparaíso para enfrentar crecimientos de demanda y conducir los procesos de licitación con tranquilidad.
Lo que ahora está afectando la disposición a invertir es la caída en las transferencias de carga, la dificultad para acceder a financiamiento de largo plazo, y la liquidez de los operadores.
Compensaciones en Valparaíso
El SEP precisó que los $ 13 mil millones que piden los trabajadores portuarios de Valparaíso como compensación por la licitación del Terminal 2 -ya que prevén que muchos de ellos se quedarán sin empleo- no están aún definido. Lo que sí hay es el establecimiento de una mesa de negociación cuyo plazo para lograr una resolución es el momento en que se adjudique la licitación. El mismo acuerdo dice que esto sería aproximadamente en 2010.
Según Mónica Singer, los trabajadores portuarios están conscientes de que es importante reforzar la confiabilidad y estabilidad del puerto, más aún en un escenario de escasez de carga que está afectando en todo el mundo a operadores navieros y portuarios.
"Todos los puertos se esmeran en proporcionar un buen servicio para evitar que las naves se trasladen a puertos alternativos. Se configura así una alianza natural entre los operadores portuarios y los trabajadores. Afortunadamente nuestro país cuenta con dirigencias sindicales responsables y con una mirada de largo plazo, y prueba de ello es el acuerdo recientemente alcanzado con los trabajadores de Valparaíso", sostiene la presidenta del SEP.
Fuente: El Mercurio

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