lunes, 9 de febrero de 2009

Coquimbo, lugar de aguas inquietas

Se ha señalado que el cuello de botella del desarrollo regional está en las condiciones del actual Terminal portuario, por ello existe la opinión común de que debe ser modernizado. El problema surge cuando se debe determinar la forma en la cual realizar los mejoramientos
En el puerto de Coquimbo está endosado el futuro de la Región de Coquimbo. Ejemplos de ello hay muchos. Las empresas mineras necesitan un lugar desde donde exportar su producción, al igual que los agricultores con sus uvas, paltas y cítricos. A todo lo anterior, se debe sumar el potencial que significaría la apertura durante todo el año del paso internacional Agua Negra, lo que implicaría tanto la exportación de grandes volúmenes de carga provenientes desde la zona central de Argentina, como también la importación de todo tipo de productos que vienen desde los países asiáticos, principalmente China.
Lo malo es que este terminal portuario sólo tiene dos molos de atraque, tecnología antigua y se emplea intensivamente durante pocos meses en el año. Es así que existe un clamor popular para que este lugar sea modernizado y mejorado para que pueda atender a un mayor número de embarcaciones con eficacia.
Donde no hay un común acuerdo es en la forma en la cual deben financiarse las obras necesarias.
Por un lado está la postura del gobierno, la cual plantea la entrega en concesión del recinto a un solo privado, al igual como se ha hecho en otros puertos del país que han colocado a Chile en la cima de la infraestructura portuaria en Latinoamérica. En el lado contrario están quienes rechazan la privatización, ya que advierten que se creará un monopolio que atentará contra la libre competencia, por lo que sugieren que las inversiones respectivas las haga el Estado. EL TRIBUNAL En agosto del año pasado, Rodrigo Azócar, el entonces presidente del Sistema de Empresas Públicas, entidad que administra este terminal, dio a fines de 2008 como plazo para realizar el llamado a licitación del puerto de Coquimbo, meta que no se cumplió. De esta manera confirmaba que el camino elegido por el gobierno era la privatización.
En esa oportunidad también indicó que un borrador de las bases de la licitación respectiva fue enviado al Tribunal de Libre Competencia para su aprobación. A la fecha este trámite aún no concluye. Miguel Zuvic, gerente de la Empresa Portuaria de Coquimbo, sostiene que actualmente en este proceso para asegurar su transparencia "están interviniendo los distintos actores".
Según lo estipulado en las bases de licitación, el privado debiera introducir tecnología que permita atender simultánea y rápidamente a 2 naves de 190 metros. A ello se agregaría un espacio exclusivo para el arribo de cruceros. Para todo esto se estima una inyección de recursos que alcanzaría los 14 millones de dólares, inversión que de acuerdo a las autoridades "por ley tienen que ser hechas por privados". EL APOYO Diversos son los actores que han aplaudido la privatización del puerto. El presidente de la delegación La Serena de la Cámara Chilena de la Construcción, Marcelo Castagneto, sostiene que la única forma para impulsar la modernización de este terminal es a través de concesiones. El dirigente indica que no debiera pensarse en efectos negativos en el empleo, por el contrario, opina que al modernizarse se traerá mayor carga, lo cual se traducirá en más movimiento y dinamismo económico.
Rodrigo Díaz, gerente de la Corporación para el Desarrollo de la Cuarta Región, CIDERE, aseveró que "es sabido que tecnológicamente este terminal tiene un atraso de 20 años, por lo que su modernización es necesaria", especialmente porque considera que la región tiene el volumen de carga suficiente para rentabilizar su actividad.
Los integrantes del Frente Agua Negra, quienes promueven la integración física, cultural y comercial con Argentina a través de este paso internacional, también son de la idea de que el puerto debe tener una mejora sustancial, por lo que su postura, según lo señalado por Carlos Martin, presidente del organismo, es incluir en su agenda de trabajo este tema para que avance lo más rápido posible.
El presidente en la zona de la Cámara Marítima de Chile, Carlos Chaparro, considera que las mejoras en el puerto tienen suma urgencia y agrega que la modernización también debe darse en el entorno, especialmente en lo que se refiere a las vías de acceso terrestre, pero advierte que no hay ninguna solución viable que asegure el expedito tránsito de los camiones. EL RECHAZO Las críticas, en tanto, son efectuadas por los miembros del Frente de Defensa del Puerto de Coquimbo, FDPC, entidad compuesta por empresarios, dirigentes gremiales, concejales y consejeros regionales, entre otros actores sociales. El empresario Carlos Oros, vocero de este movimiento, aclara que son varios puntos los que les causan preocupación. Uno de ellos y quizás el más importante es que prevén que con la entrega en concesión del puerto a un solo operador se atentaría con la libre competencia, ya que se dejaría afuera a empresas que por años han trabajado en este terminal. Marviola Rivera, presidenta de la Cámara de Comercio de Coquimbo, añade que dentro de las instalaciones portuarias "se desarrollan operaciones comerciales de un conjunto de empresas privadas cuya regulación la realiza EPCO, empresa estatal, propietaria de las instalaciones portuarias, que desde hace una década ha ido entregando utilidades al Estado". Estas actividades, advierten, ahora las desarrollaría exclusivamente quien se adjudique la concesión.
El consejero regional, José Montoya, precisa que otro aspecto que se debe considerar es que este puerto, con sus actuales condiciones, a la fecha ha sido rentable. "Hoy día la administración actual tiene cifras azules, es una empresa rentable y que garantiza que cualquiera que quiera generar un negocio allí (en el puerto) lo pueda hacer, porque hay libre competencia y es regulada por el Estado".
Además, según Oros, el modelo de negocios planteado en el borrador de las bases de licitación manifiesta que este terminal se extendería al sur, donde se desarrolla el turismo y la gastronomía. "Ese lugar sería utilizado como puerto seco, llenándolo de containers y de todo tipo de cargamento", aseveró. LAS PROPUESTAS En forma paralela a esta disputa que se está desarrollando en las calles y reparticiones de la comuna de Coquimbo, se han efectuado otras propuestas, las cuales apuntan a desarrollar un plan maestro para este terminal marítimo, efectuar cambios al plano regulador comunal o, simplemente, buscar otros lugares donde construir nuevos puertos.
El autodenominado Comité de Alternativas Portuarias, sugiere efectuar una ampliación de los muelles de atraque hacia el norte. Hugo Hinrichsen, capitán de alta mar, sostuvo que en noviembre del año pasado se le envió una carta al alcalde Óscar Pereira expresando una serie de observaciones al plano regulador de esa comuna, instrumento de desarrollo territorial que está en proceso de aprobación y en el cual quedan establecidos los usos que debe tener el suelo, entre otras utilidades. Allí, entre otros planteamientos, sugiere construir un gran muelle de atraque y un rompeolas, como también propone realizar cambios a la zona que está incluida como conservación histórica y destinarla a usos portuarios y desarrollar la futura Avenida Los Changos para que por allí circulen los camiones con sus cargas y donde se pueda habilitar un puerto seco.
Otro planteamiento que tiene que ver con el destino portuario de la Región de Coquimbo la mencionó el intendente Ricardo Cifuentes el pasado 23 de enero mientras se realizaba una conferencia sobre la integración con Argentina, en la cual la máxima autoridad de gobierno informó que este año se llevaría a cabo un estudio para poder determinar los mejores lugares para construir nuevos puertos.
Cifuentes justificó esta iniciativa en el hecho de que Coquimbo tiene hoy día una capacidad para un millón doscientas mil toneladas, las cuales podrían incluso duplicarse, pero que si se concreta la integración física con la vecina nación y se materializa la existencia de un corredor bioceánico, "podríamos quedar cortos". Respecto a esta propuesta, Hugo Hinrichsen señaló categórico que "no hay para qué buscar nuevos lugares, sino mejorar lo que hay", opinión que es compartida por casi la mayoría de los actores que tienen que ver de una u otra manera con el destino económico de Coquimbo, nombre con el que fue bautizada la zona por las culturas precolombinas y cuya traducción significa lugar de aguas tranquilas.
Fuente: http://www.diarioeldia.cl/index.php?option=com_content&task=view&id=13942&Itemid=162

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