Ministro de Obras Públicas, Sergio Bitar:“Sin Estado no hay país y aquí ha habido un ideologismo absurdo anti-Estado. Eso felizmente se ha ido pasando en democracia”.
El timonel del MOP reivindica un Estado más “hacedor” y le resta validez a la evaluación social de proyectos, acusando una mirada equivocada, “porque en infraestructura la oferta genera demanda”.
¿Qué hay que hacer en materia portuaria?
Mi preocupación hoy es instalar un equipo que elabore a fondo una política portuaria a 20 años plazo. Pronto no sólo vamos a tener que licitar lo que hay, sino que hacer grandes obras y si los privados, por ejemplo, no llegaran a financiar estas grandes obras, tendremos que hacerlas como Estado y después concesionarlas, como ocurrió antes, donde el Estado construyó puertos que crearon Emporchi.
¿Por qué los privados no iban a interesarse si ahí hay negocio?
Tenemos que cuidar la expansión de nuestra capacidad portuaria y eso no es automático, no está asegurado con las concesiones. La infraestructura es extremadamente cara en los puertos y normalmente la hace el Estado. Si hay algunos privados que lo quieran hacer, estupendo. Pero si a cambio nos van a pedir 100 años de concesión, hay que pensarlo cinco veces.
¿El modelo de inversión privada ya no va más?
Los países exitosos son los que saben combinar un rol activo del Estado, orientador, estratégico, con una participación también activa del sector privado.
¿Eso es reformar el modelo actual?
No. El mercado no hace investigación científica y tecnológica en grande, no hace educación en grande, no hace salud en grande, no hace política social en grande, el mercado no te da un ingreso mínimo familiar que es fundamental para que el país esté cohesionado y crezca. Sin Estado no hay país y aquí ha habido un ideologismo absurdo anti-Estado. Eso felizmente se ha ido pasando en democracia, porque ésta necesita de un Estado que exprese los intereses colectivos y que regule al sector privado y que también realice emprendimiento.
Pero eso es volver al Estado de los años 50 y 60, el Estado de la Corfo.
No. Hay que superar la estupidez del Estado subsidiario de la dictadura y eso hacemos, que es muy distinto.
Fuente: La Tercera
Mi preocupación hoy es instalar un equipo que elabore a fondo una política portuaria a 20 años plazo. Pronto no sólo vamos a tener que licitar lo que hay, sino que hacer grandes obras y si los privados, por ejemplo, no llegaran a financiar estas grandes obras, tendremos que hacerlas como Estado y después concesionarlas, como ocurrió antes, donde el Estado construyó puertos que crearon Emporchi.
¿Por qué los privados no iban a interesarse si ahí hay negocio?
Tenemos que cuidar la expansión de nuestra capacidad portuaria y eso no es automático, no está asegurado con las concesiones. La infraestructura es extremadamente cara en los puertos y normalmente la hace el Estado. Si hay algunos privados que lo quieran hacer, estupendo. Pero si a cambio nos van a pedir 100 años de concesión, hay que pensarlo cinco veces.
¿El modelo de inversión privada ya no va más?
Los países exitosos son los que saben combinar un rol activo del Estado, orientador, estratégico, con una participación también activa del sector privado.
¿Eso es reformar el modelo actual?
No. El mercado no hace investigación científica y tecnológica en grande, no hace educación en grande, no hace salud en grande, no hace política social en grande, el mercado no te da un ingreso mínimo familiar que es fundamental para que el país esté cohesionado y crezca. Sin Estado no hay país y aquí ha habido un ideologismo absurdo anti-Estado. Eso felizmente se ha ido pasando en democracia, porque ésta necesita de un Estado que exprese los intereses colectivos y que regule al sector privado y que también realice emprendimiento.
Pero eso es volver al Estado de los años 50 y 60, el Estado de la Corfo.
No. Hay que superar la estupidez del Estado subsidiario de la dictadura y eso hacemos, que es muy distinto.
Fuente: La Tercera
